reflexiones sobre el arte del buen vivir

Reflexiones sobre el arte del buen vivir

La mente, tiene la capacidad de crear estilos de vida sorprendentes, mediante sus pensamientos, evolucionando y eliminando algunas restricciones que impiden al cerebro conducirse hacia una existencia más tranquila. Cada ser humano tiene la capacidad de configurar su propia filosofía del buen vivir de forma explícita. Pensar sobre los proyectos de vida en relación a lo que se quiere y lo que se necesita. Estos son aspectos motivacionales y éticos.

Ser, vale más que tener

Muchos son los que piensan que el valor de una persona está determinado por lo que tienen, hablando de lo material y realmente una persona vale por lo que es. El patrimonio económico de una persona es importante, pero no lo es todo. Existen muchas personas que carecen de grandes recursos monetarios, pero son ricos en amigos, familia y gozan de buena salud; mientras que existen personas con grandes posesiones materiales y están solos, infelices y hasta suelen tener problemas de salud. La calidad de una persona no la determina el dinero, si no la humildad, carisma y sencillez.

Prudencia en la vida y los negocios

Todo con medida es posible, actuar de forma justa y moderada, saber lo que es bueno y obrar de manera correcta en cada acción que realicemos en los negocios y sobre todo en la vida para obtener una vida llena de calma.

La prudencia en los negocios, se refiere a tomar decisiones con cautela para hacer las negociaciones, ya que para lograr una eficacia, es importante estar libre de presiones y tener un buen control emocional, el buen vivir depende de prudencia.

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La filosofía del buen vivir

Esta filosofía, expone que vivir de manera armónicaentre la naturaleza y la comunidad nos traerá una vida de plenitud. En estos tiempos de crisis, es importante mantener un control emocional, equilibrarlo, dejar el estrés. Estar en armonía y paz con los ciclos de la madre tierra, ya que esto nos permitirá una vida llena de positividad.

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El buen vivir también nos mantiene a raya del afán y el estrés diario, nos lleva a un estado de calma de serenidad y sobre todo esa paz sobre sí mismo, la cuál va acompañado de la satisfacción de hacer las cosas bien y de satisfacer sólo aquellas necesidades o lo urgente en nuestra vida, dejar los extremos, el consumismo y vivir solo con lo necesario, sin pensar en el mañana, dejar los vicios y todo lo que daña.

Encontrar el sentido de la vida y vivir por ello, pero solo debemos tomar conciencia de todo lo que estamos haciendo ahora, las cosas buenas que estamos construyendo que el día de mañana es lo que cultivaremos. Vive intensamente pero obrando de la manera correcta.

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