Los proyectos de reforma ecoeficientes permiten ahorrar cerca de un 30% en las facturas mensuales de energía y agua. Medidas tan simples como actualizar las instalaciones eléctricas y aprovechar la luz solar, no solo traen consigo ventajas económicas, sino el disfrute de entornos saludables y menos huella de carbono.
Los especialistas recomiendan acompañar las reformas con la compra de electrodomésticos eficientes. En este sentido, conviene recurrir a una tienda de muebles especializada que brinde la posibilidad de equipar el hogar con equipos diseñados para reducir el gasto energético.
Índice
Actualizar las instalaciones eléctricas
No importa el tamaño del inmueble, la eficiencia energética comienza con la eliminación de las instalaciones antiguas. De igual forma, es necesario desechar las bombillas incandescentes tradicionales y abrir paso al uso de sistemas de iluminación LED.
La tecnología moderna ofrece una amplia variedad de opciones que facilitan la tarea de lograr un hogar más eficiente. En este sentido, la lista de trabajos de reforma debe incluir la integración de sensores de movimiento y temporizadores.
Invertir en láminas de control solar
El sistema de calefacción representa uno de los gastos más fuertes del presupuesto. Si queremos ahorrar, conviene valorar la idea de instalar láminas de control solar, ya que mantienen el calor durante el invierno.
Sin embargo, esta no es la única función que cumple. En verano, el producto actúa como un eficaz aislante térmico que protege el mobiliario de la acción que ejerce la nociva luz ultravioleta. Asimismo, incrementan la seguridad e intimidad de las instalaciones.
A lo largo de la temporada estival, las láminas disminuyen la cantidad de calor que ingresa al interior, lo que reduce el uso del aire acondicionado y, por consecuencia, mejora la eficiencia energética.
Pintar las paredes con tonos claros y cálidos
Elegir pinturas en tonalidades claras es una manera sencilla de crear ambientes acogedores. Las paredes blancas aportan luminosidad y permiten maximizar el uso de la iluminación natural.
Tanto el blanco como la paleta de colores cálidos, sirven para aportar un toque acogedor y favorecen la implementación del estilo minimalista. El efecto positivo es mayor si apostamos por la aplicación de pinturas térmicas o aislantes, las cuales impiden la transferencia de temperaturas entre materiales.
Instalar cortinas de cristal
Esta es la reforma indicada para quienes buscamos una forma sencilla de ampliar el espacio. Sin mayor demora, las cortinas de cristal representan la solución práctica y funcional de integrar el balcón o la terraza dentro del inmueble.
Además de generar sensación de amplitud y luminosidad, su instalación reviste la oportunidad de aprovechar la gran cantidad de horas de sol anuales y disminuir el gasto de la factura mensual. Al igual que las láminas de control solar, cumplen la doble función de combatir el calor, mientras protegen de los rayos UV.
Elegir la energía renovable
La energía solar representa la forma más limpia y económica de disminuir la dependencia de la electricidad convencional. Para aprovechar esta fuente inagotable de energía nada mejor que instalar paneles solares.
El ahorro será aún más sustancial si combinamos la instalación con el uso de electrodomésticos sostenibles. Los podemos identificar gracias a la presencia de la etiqueta de eficiencia energética A+++.
Decidirse por calefacciones de gas natural
El gasto que implican los sistemas de calefacción obliga a salir en la búsqueda de opciones más eficientes, de esta forma, se ganan la recomendación aquellos que funcionan con gas natural.
En la actualidad, una de las reformas más comunes es la instalación de calderas de condensación. La ventaja de este tipo de sistema radica en que el agua se calienta por la acción del calor residual generado durante el proceso de combustión.
Optimizar el aislamiento térmico
Ninguna reforma destinada a mejorar la eficiencia energética puede estar completa sin la verificación de la capacidad de aislamiento térmico. Al igual que las ventanas y los techos, las paredes deben estar libres de espacios que propicien tanto la fuga del calor durante el invierno, como su ingreso a lo largo del verano.
Las medidas ejecutadas permiten reducir sustancialmente la dependencia a los sistemas de calefacción y refrigeración, y se traducen en la posibilidad de disminuir el consumo energético.
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